©Alex Cearns
El
santuario Bonorong,
en Hobart, es el parque de vida silvestre más popular de Tasmania. Es
un espacio dedicado al cuidado y rehabilitación de animales heridos o
huérfanos, donde hay desde especies convencionales como perros hasta
otras más exóticas como
quokkas, Demonios de Tasmania,
equidnas y zarigüeyas, la mayoría en peligro de extinción.
Con el objetivo de recaudar fondos para la creación del primer
hospital de 24 horas dentro del recinto, la fotógrafa de animales
Alex Cearns (conocida
como una de las más exitosas de Australia) decidió retratar algunos de
estos animales y vender las impresiones, destinando la mitad de lo
recaudado a la nueva instalación.
Cearns recibió más de 50 premios en los últimos seis años, no sólo
por la calidad de su arte, sino que además por su incansable labor en la
conservación de los
animales australianos. Durante su carrera
trabajó con diversas organizaciones nacionales e internacionales y fundó
el estudio Houndstooth, donde realiza retratos de mascotas para
particulares o marcas comerciales. Actualmente dirige varios proyectos,
como talleres de fotografías en Tasmania y Tanzania.
Para su último trabajo a beneficio de Bonorong, la
artista
fotografió a las crías en recuperación, incluyendo a algunas de las
especies nativas más adorables del país. Estas son algunas de las
imágenes que forman parte del proyecto.
Jock, Demonio de Tasmania
©Alex Cearns
Este hermoso cachorro fotografiado a los cuatro meses de edad fue
rescatado junto a su hermana en las inmediaciones del santuario, luego
de que su madre muriera a causa de un tumor facial. Esta enfermedad
contagiosa suele afectar a la especie y es uno de los principales
motivos por los que se encuentra en peligro de extinción.
Daisy, quol oriental
©Alex Cearns
El simpático marsupial de la especie
Dasyurus viverrinus fue
encontrado en una carretera de la zona residencial de Old Beach, junto
al cuerpo sin vida de su madre. Actualmente el pequeño carnívoro vive en
el santuario de Hobart donde, al igual que otros de su especie, tiene una esperanza de vida de hasta cinco años.
Max, uómbat
©Alex Cearns
Max fue sacado de la bolsa de su madre muerta y fotografiado a los
seis meses de edad. Descrito como juguetón y valiente, desde agosto de
2013 vive en el santuario junto a otros marsupiales de su especie. El
uómbat es un animal con rasgos físicos similares a los de un oso pequeño
y pasa la mayoría de su tiempo bajo tierra.
Randall, equidna
©Alex Cearns
Este equidna que habita en el santuario forma parte de los monotremas, animales que
ponen huevos como reptiles y producen leche como mamíferos. Se trata de
una criatura compleja y vulnerable, de la que tan sólo existen 24
ejemplares nacidos y criados en cautiverio.
Mo, podargo australiano
©Alex Cearns
Este ejemplar de
Strigoides Podargus fue fotografiada mientras permanecía relajada en las instalaciones de
Bonorong.
Cuando se siente amenazada, la especie permanece inmóvil para
camuflarse en el ambiente. Esto es posible gracias a su plumaje de color
similar al de las ramas de los árboles.
Shayne y Carmen, hurones
©Alex Cearns
Estos simpáticos habitantes del santuario también visitaron los estudios de
Houndstooth
para tener su fotografía. Si bien los hurones pasan la mayor parte del
tiempo durmiendo, cuando están despiertos son sumamente inquietos y
exploran todo lo que hay a su alrededor.
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